Pastillas ALTOIDS

Pensarán que no tiene nada que ver con la natación, y tienen razón, pero me encanta entrar a nadar después de meterme una Altoids en la boca, es refrescante y al respirar (inspirar) siento ese frescor particular.


Uno de mis vicios más recientes (y por lo tanto más incontenibles) son las pastillas Altoids, de canela (cinnamon) y de yerbabuena (wintergreen). Su característica principal es que son endiabladamente fuertes en relación con otras cosas similares. O pensándolo bien, podría decirse angelicalmente fuertes

Ayer estaba viendo la web esa de las fotos de lo que la gente lleva en su bolso, y además de los iPods, había otra cosa que se repetía con bastante frecuencia, y eso eran las cajitas de Altoids, las famosas pastillas "curiosamente fuertes" que se venden en la clásica cajita de metal.

Yo suelo tener unas cajitas siempre en el auto, en la oficina, al lado de mi PC. Así que me puse a buscar Altoids en internet y encontré todo tipo de cosas interesantes:

• Altoids es fabricado en Gran Bretaña, pero en la web oficial sólo se pueden hacer pedidos para EE.UU. y Canadá. Esto me parece un poco extraño.
• Las cajas de Altoids son uno de los atractivos de estos caramelos, ya que sirven para todo. Incluso la gente se dedica a reconvertirlos en accesorios para el iPod.
• También es interesante que las famosas pastillas antes pertenecían a Kraft, pero recientemente Wrigley’s le compró los Altoids y Life Savers a Kraft por 1′46 billones de dólares.
• Hay un rumor acerca de las pastillas Altoids y el sexo oral. Este rumor es tan conocido que incluso revistas tan conocidas como la Cosmopolitan han afirmado en su sección de sexo, que para sorprender a tu pareja te tomes dos pastillas Altoids y así lo volverás loco. No se si hay algo de cierto en esto, pero realmente es gracioso, hasta el punto que pueden llegar las leyendas urbanas que incluso aparecen publicadas en revistas de renombre.
  

Curiosamente fuertes

Otra característica menos obvia, pero bien interesante, es el modo en que se anuncian a sí mismas: "Las originales y celebradas ALTOIDS. Mentas curiosamente fuertes."

El adverbio "curiosamente" --que la hace de adjetivo también-- es... uh... curioso. La mayoría de productos se anuncian como excelentes, deliciosos, grandiosos, únicos, etcétera, no como "curiosos". En este caso, pareciera que los propios fabricantes de las Altoids compartieran la sorpresa del consumidor cuando se pone una pastilla en la lengua, y dijeran: "¡Son fuertísimas! ¿Cómo le hacemos para lograrlo?" Hay un guiño al consumidor, y también sentido del humor, que se agradece en cualquier circunstancia. Y no poco de vanidad: "¡Qué buenos somos que hemos fabricado unas pastillas más fuertes de lo que esperábamos!"
Es interesante también que no haya letreros de Altoids por todas partes: el propio producto es la publicidad. Primero, por la... eh... curiosa caja de metal en la que vienen las pastillas, de las que ya no se hacen, en aras del plástico y las bolsitas de papel metálico. Luego, por el "lema" que rodea el nombre del producto y, si uno se toma la molestia o tiene vista suficiente, porque se declara que las pastillas en cuestión se fabrican ¡desde 1750! No es en vano que uno pague $10 por cada cajita: uno está comprando una tradición, está siendo parte de algo que empezó hace doscientos y pico de años. No se trata de que la empresa venda o no sus productos: se trata de que uno tiene el privilegio de comprarlos. Y eso se ve desde que uno está en la caja del súper y nota que, en medio de Snickers y Salvavidas diversos, hay "algo" diferente que vale la pena de comprar, sin necesidad de que le hayan bombardeado a uno el cerebro con publicidad agresiva ni conductismos baratos.
Altoids tiene un sirtio de internet que es una delicia. No se lo pierdan. (Y hay muchos más sabores de los que venden aqui... Lo que es el subdesarrollo.)